07 enero 2008

Entrevistas: lección práctica, Josele Santiago

A veces me planteo que lo mejor que podrían hacer en mi facultad para enseñarnos a manejar géneros periodísticos tales como la entrevista (uno de mis favoritos, por cierto) es directamente mostrarnos las mejores que se puedan recabar por ahí. Una buena entrevista, al leerla, da la sensación de conversación de las de café y cigarro mientras llueve en la calle. En las mejores entrevistas, el periodista es una parte más, nunca un mero 'testigo' de lo que el otro dice. Pincha, sugiere, atisba. Si la persona al otro lado es interesante y está por la labor, salen cosas bien bonitas.

Buceando por la red, he topado de frente con un ejemplar magnérrimo de entrevista. En este caso, es a Josele Santiago, alma enemiga. Se habla sobre su primer trabajo en solitario, "Las golondrinas etcétera", un disco al que cuesta acercarse pero que, como los vinos y el queso, parece que mejora cuanto más lo dejas reposar.

Recomiendo leerla entera (no es muy larga), pero para los ávidos lectores falácicos, me permito realizar una selección de lo que más me ha gustado. Reflexiones personales sobre la música y hasta la vida por parte de uno de los más grandes de Eh-Paña!. Hablando del Malasaña de La vía Láctea, de músicas de todos los estilos, de poesía en las letras, de libertad de expresión... Sin pelos en la lengua.

La música y el estudio

"Tenía muchas ganas de salir del concepto musical tan lineal en el que se fue convirtiendo Los Enemigos. (...) Pero uno se harta, no me interesaba la precisión, ni someterme al tiempo. Grabar con claqueta es una dictadura de cojones. En el disco busco los silencios, la interacción entre los músicos. Todas las canciones le deben mucho al rythm n´ blues y al soul y por ello era necesario grabar en directo donde la relación del cantante y los músicos con la melodía es emocional y por pistas esto es imposible."

Letras, poesía y música

“Las golondrinas” es la parte lírica, pero aunque me intento acercar siempre al lenguaje poético, necesito un ancla con el mundo porque si no te pones muy sublime y la jodiste. El ancla puede ser un taco o algo muy coloquial que te vuelve a la realidad. Etcétera es una palabra muy prosaica que al juntar con golondrinas, zas, hace que salte algo."

"Con Los Enemigos siempre faltaban dos o tres letras. Me metían en un cuarto, me daban whisky y todos esperando allí. En el disco, como me he tomado mi tiempo, he llegado con las letras terminadas por primera vez en mi vida."

"Uno tiene el vicio de pegar la oreja en los bares y ahora se lleva mucho lo de yo no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Mentira, seguro. Hay una obsesión por no mostrar la cara débil de uno, porque esto es la puta jungla. Y es que más que una carencia de rock de autor hay una carencia tremenda de poesía. Ha echado raíces eso de que leer poesía es aburrido y ahora dedicarse a la poesía es una actividad temeraria. Los que hacemos canciones intentamos llenar un poco ese vacío, pero creo que no es suficiente."

Música, movimientos culturales, estilos

"Lo cierto es que nos juntamos en los bares gente que iba arrastrando una frustración musical muy grande. Estábamos hasta los cojones de que la premisa imperante en el Madrid de entonces era que si te gustaban los Ramones no te podía gustar Chuck Berry. La Vía Lactea fue un punto de reunión donde ponían de todo, pero había un discurso un poco prestao, hablando de Bourbon y de movidas que no eran de aquí. A Artemio y a mi nos sorprendía porque la música popular está para vernos reflejados. Nosotros nos acercamos a una tesitura castiza, vimos que llegaba a la gente y por aquí sigo dando tumbos hasta hoy."

"Me llevo muy mal con las máquinas, aunque uno de los pocos discos que me han marcado en los últimos años es Mutations de Beck. Eels, Wilco o los Cracker, que estan de puta madre lo usan. No hay que discutir de los métodos y caminos a seguir. Valen todos."

Libertad de expresión y política

"Todo lo que sea callar a la gente tiene que acabar. Se quiere hacer creer a la gente que no hay nada más aparte de la tele. Muchos votantes de derecha tienen metido en la cabeza que lo que no es ilegal es obligatorio. Oiga, aunque se legalice el aborto nadie le obliga a abortar, deje usted a la gente vivir en paz. Y en cuanto a la libertad de opinión, ahí está la Constitución. Ahora resulta que no se puede cambiar por nada del mundo con lo mayor que es. Será que le conviene a alguien tal como está. Los políticos tienen tan poca credibilidad que la gente le pregunta al pianista. Al pianista, a los actores, porque a los políticos ya nadie les cree."

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