01 diciembre 2006

Y otra vez, la culpa la tienen los ingleses...

Y esta vez es por haber colonizado Australia y haber engendrado allí a Nick Cave, el frontman de los Bad Seeds. Lo cual viene a corroborar mi teoría de que Australia lugar más molón musicalmente hablando del mundo. Sí, justo por encima de la Costa Este de los Estados Unidos.


A pesar de ser algo posterior, está en la órbita de Tom Waits y Lou Reed, sobre todo en la faceta de poeta y artista atormentado. Está obsesionado com la música americana, pero esto no es de extrañar: toda Australia vive obsesionada con los Estados Unidos. Esta obsesión le ha llevado por varios palos diferentes a lo largo de su carrera, que comenzó allá por los primeros setenta.

The Boys Next Door, su primer grupo, fue poco menos que un experimento adolescente, un grupo que montaron justo después de dejar de estudiar y cuyo repertorio se nutría de versiones de grupos de post-punk. A los pocos años, Nick Cave se convierte en poeta y su grupo pasa a llamarse The Birthday Party. Y se convierten en grupo de culto en Europa.

Y lo que tiene ser el cantante de un grupo de culto en Europa es que te tienes que atormentar y ser muy desgraciado y leer a Jack Kerouac y darle a las drogas por cojones: no vale ser un remilgado. Después de esto hay que tomar una decisión: o te suicidas o subes directamente al cielo de los beats atormentados. Y este señor no se equivocó. Y eso le valió salir -durante un corto periodo de tiempo- con PJ Harvey. Y además es actor y novelista. Joder, es mi ídolo.

Ahora mismo ha dejado las drogas, pero sigue teniendo un éxito apabullante de crítica y público -público selecto y refinado, se entiende, el tipo no sale en los 40- cada vez que le da por hacer algo, cualquier cosa.

De regalo un vídeo: The Mercy Seat. Miradle, miradle, qué atormentado... La letra también tiene su ración de tormento. Que lo disfruteis.

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