Grupos que a lo mejor no conoces III: cosas que voy escuchando y de las que no voy escribiendo
Sirva esto de ligera redención de no escribir, pero es que llevo el julio más ajetreado desde que tengo memoria. Empezamos con la lista de grupos:
The Black Keys son un dúo de hard blues de Ohio muy muy escuchables. Su nombre, como el de casi todos los grupos que me gustan, es una oscura referencia -en este caso, a la escala pentatónica menor-. Son otros adalides de la grabación en baja fidelidad y tienen álbumes a base de cuatro pistas. Gente como Thom Yorke y Jonny Greenwood -sí, los de Radiohead- e incluso el mismísimo John Peel -E.P.D.- han hablado de ellos soltando flores. Van ganando popularidad poco a poco, dentro de poco darán bastante de qué hablar.
The Twilight Singers empezaron como un capricho de Greg Dulli, el cantante/chico para todo de los Afghan Whigs, acercándolo más a la música bonita de la que habla el amigo Guillotina pero sin perder la esencia funk y noise -sí, sí, lo juro- de sus discos con los liberales afganos.
Los recopilatorios que recomendaba nuestro admirado Mr. Pleasant en su blog Sensaciones Sonoras me han hecho caer en la espiral del ritmo y ahora no puedo salir. Os recomiendo a los 3 motherfunkers, unos mexicanos que dan lo que prometen: groove, beat, swing y todos esos palabros que invitan a bailar. El título del disco, Música para andar con estilo, es toda una declaración de intenciones.
En el siguiente volumen, hablaré de Camarón y del rock progresivo español, que es a lo que también le doy ahora. Madre mía. ¡Y por cierto! Ayer, mientras trasnochaba como buen español en julio vi en Canal + un documental sobre Leonard Cohen más que recomendable. El complemento perfecto para ser más moderno que ese de la facultad que va siempre con gafas de pasta. Un minuto he tardado en localizarlo, aquí lo tenéis...
The Black Keys son un dúo de hard blues de Ohio muy muy escuchables. Su nombre, como el de casi todos los grupos que me gustan, es una oscura referencia -en este caso, a la escala pentatónica menor-. Son otros adalides de la grabación en baja fidelidad y tienen álbumes a base de cuatro pistas. Gente como Thom Yorke y Jonny Greenwood -sí, los de Radiohead- e incluso el mismísimo John Peel -E.P.D.- han hablado de ellos soltando flores. Van ganando popularidad poco a poco, dentro de poco darán bastante de qué hablar.
The Twilight Singers empezaron como un capricho de Greg Dulli, el cantante/chico para todo de los Afghan Whigs, acercándolo más a la música bonita de la que habla el amigo Guillotina pero sin perder la esencia funk y noise -sí, sí, lo juro- de sus discos con los liberales afganos.
Los recopilatorios que recomendaba nuestro admirado Mr. Pleasant en su blog Sensaciones Sonoras me han hecho caer en la espiral del ritmo y ahora no puedo salir. Os recomiendo a los 3 motherfunkers, unos mexicanos que dan lo que prometen: groove, beat, swing y todos esos palabros que invitan a bailar. El título del disco, Música para andar con estilo, es toda una declaración de intenciones.
En el siguiente volumen, hablaré de Camarón y del rock progresivo español, que es a lo que también le doy ahora. Madre mía. ¡Y por cierto! Ayer, mientras trasnochaba como buen español en julio vi en Canal + un documental sobre Leonard Cohen más que recomendable. El complemento perfecto para ser más moderno que ese de la facultad que va siempre con gafas de pasta. Un minuto he tardado en localizarlo, aquí lo tenéis...
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