27 agosto 2008

Grupos que a lo mejor no conoces VII

¡Ay, el rock escandinavo! (No teman, me voy a ahorrar los chistes de vikingos). Estas personitas del norte de Europa, además de darnos envidia por su estado del bienestar, saben hacer rock. Joder si saben. Pongamos que desde la última mitad de los noventa el rock escandinavo que se exporta al exterior -no puedo asegurar que no tengan sus propios productos submusicales de masas, pero yo no los he visto- cuenta con un poso de rock de garage tradicional tirando al burrismo. Me vienen a la mente los Hives -igual los más asequibles por los gafapastas patrios-, Turbonegro, Gluecifer o Hellacopters. Cuando uno quiere una dosis de setenterismo, son buenos amigos.


El grupo que tratamos hoy viene de ese palo -son de Copenhague, los chicos- y tiene todo lo necesario para que nos guste en la oficina de FalaciaMística™: mala hostia, un fuzz puesto al nivel 'destruir', amplis de válvulas y actitud, sobre todo actitud. Baby Woodrose se llaman los chavales, que es el nombre común de una trepadora... bueno, cuyas semillas te colocan. Estos artistas no tienen remedio, todo el día puestos de alguna mierda.

Formato, el mágico: power trio y siguiendo una tradición que se pierde y que da diez puntos de 'guay' en el molómetro todos se hacen apedillar Woodrose -¿existe apedillar? No, no existe, da igual-. Que yo haya podido averiguar, tienen unos seis discos, de los que yo he escuchado unos cinco a lo largo del último mes. El Dropout! especialmente, una pasada. Tienen algunas carátulas que no hay que mostar a la madre o pareja porque parecen de peli porno ochentera, pero oye...

Bueno, como en esta santa casa hemos nacido en los ochenta, lo que menos nos importa es la música. Nosotros queremos ver fuegos artificiales y la magia del cinematógrafo. Me bajo al bar a tomarme un par de soylents y les dejo un par de vídeos:


Baby Woodrose - Pouring Water (del Money for Soul)


Baby Woodrose - Twilight Princess (del Chasing Rainbows)

Disfruten del poquito verano que queda. Amén.